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El pádel, el dinámico deporte de raqueta resultado de una fusión de squash y tenis, ha ascendido rápidamente de rango hasta convertirse en uno de los fenómenos deportivos de más rápida expansión en el mundo. Desde Sudamérica, Oriente Medio y Asia hasta Europa, su popularidad se ha disparado y la tendencia se está afianzando (si no lo está ya) con fervor en nuestro paísel.
Ubicado en el cruce del squash y el tenis, el pádel se desarrolla en una cancha similar a su contraparte de tenis, pero distinta por su perímetro de vidrio y jaula y su tamaño más pequeño. El atractivo de este deporte radica en su combinación única de acción estimulante y compromiso social agradable. Jugado principalmente en dobles, el formato del pádel fomenta inherentemente un ambiente comunitario, mejorando el tejido social del juego. Esta inclusión se extiende a jugadores de todas las edades y niveles de habilidad, y los recién llegados comprenden rápidamente sus fundamentos.
Al contrario de la fuerza bruta que a menudo se asocia con los deportes, el pádel se nutre de la estrategia, la delicadeza y la acumulación de puntos a través de peloteos prolongados. Esta faceta táctica hace que el deporte sea accesible para las familias y garantiza la igualdad de condiciones donde hombres, mujeres y niños puedan competir juntos cómodamente.
En toda Sudamérica y en zonas de Europa, el pádel ya ha conquistado los corazones de los aficionados. Cabe destacar que en España reina como uno de los deportes con más popularidad después del fútbol.
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